
Los océanos enfrentan una transformación silenciosa pero alarmante. La creciente acidificación, causada por el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera, modifica su composición química, amenaza la vida marina y pone en riesgo a millones de personas que dependen de sus recursos.
¿Qué es la aragonita y cuál es su relación con los océanos?
La aragonita es una forma de carbonato de calcio fundamental en los ecosistemas marinos, ya que permite que organismos como corales, moluscos y algunos tipos de plancton desarrollen sus conchas y esqueletos. Su presencia garantiza la formación de hábitats naturales y sostiene cadenas alimenticias oceánicas.
La acidificación de los océanos alcanza niveles críticos
Los océanos enfrentan un proceso alarmante de acidificación por el exceso de dióxido de carbono que absorben desde la atmósfera. Este gas, generado por actividades humanas, se disuelve en el agua de mar y altera su composición química. Como resultado, debilita el equilibrio de los ecosistemas oceánicos.
La disminución de minerales como la aragonita afecta directamente a corales, moluscos y plancton, piezas clave en la cadena alimentaria marina. El 60% de las aguas profundas y el 40% de las superficiales ya se acercan o han superado un umbral crítico. Las consecuencias podrían extenderse más allá del mar, afectando al turismo, la pesca y la seguridad alimentaria.
Científicos advierten que el ritmo actual de acidificación constituye una bomba de tiempo para los ecosistemas marinos. La acción más urgente es reducir las emisiones de CO₂. Sin embargo, también recomiendan estrategias locales como la restauración de hábitats marinos y el control de la contaminación terrestre.
Impacto y vulnerabilidad en las costas del Perú
El Perú, con una extensa línea costera y una economía ligada al mar, también enfrenta riesgos por la acidificación. La corriente de Humboldt y las zonas de afloramiento lo convierten en un territorio especialmente sensible. La pesca artesanal, principal fuente de ingreso para miles de familias, podría verse comprometida por el deterioro de los ecosistemas marinos.
Además, el aumento de nutrientes por escorrentía agrícola o urbana acelera la acidificación local. Esto incrementa el riesgo para especies endémicas y para el equilibrio marino. Aún se requiere más investigación para comprender el impacto total en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos costeros del país.
Petramás y el compromiso con los océanos
Empresas peruanas como Petramás ya contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático, incluida la acidificación oceánica. Sus operaciones, centradas en la valorización de residuos sólidos urbanos y la generación de energía limpia, reducen significativamente las emisiones contaminantes.
Al capturar metano en rellenos sanitarios y transformarlo en energía renovable, Petramás evita que miles de toneladas de gases de efecto invernadero lleguen a la atmósfera. Esta acción indirecta beneficia a los océanos al limitar la cantidad de gases que podría disolverse en el agua.
La lucha contra la acidificación del océano requiere tanto esfuerzos globales como locales. Iniciativas como las de Petramás muestran que el sector privado también puede liderar la acción climática con resultados concretos.
Jorge Zegarra Reátegui en su camino ambiental y sus principales iniciativas: