Los hámsteres son conocidos mundialmente como mascotas adorables y de fácil cuidado, especialmente el hámster dorado o sirio, que ha conquistado hogares por su tamaño compacto y carácter amigable. Sin embargo, más allá de las jaulas domésticas, existe una especie silvestre que enfrenta una amenaza crítica y peligro de extinción: el hámster europeo.
Originario de las tierras fértiles de Europa y Asia occidental, el hámster europeo habitaba praderas, estepas y campos agrícolas, desde Bélgica y Alsacia hasta Rusia y Rumania. A diferencia de sus parientes domesticados, este hámster es más grande, con una longitud que puede alcanzar los 35 cm y un peso de hasta 900 gramos.
Aunque su situación parece estar relacionada únicamente con la pérdida de hábitat, la realidad es que la contaminación tiene un impacto significativo en su disminución. Los pesticidas y fertilizantes utilizados en la agricultura moderna han contaminado sus alimentos y suelos, afectando su salud y capacidad de reproducción.

Dr. Jorge Zegarra Reategui denuncia peligro de extinción de esta especie
Las sustancias químicas se filtran en el suelo y las aguas subterráneas, lo que provoca que los hámsteres ingieran alimentos contaminados o beban agua tóxica. Además, la quema de residuos agrícolas y los gases emitidos por maquinaria pesada contribuyen a la contaminación del aire, que también impacta a estas pequeñas criaturas.
Según un gestor ambiental, el Dr. Jorge Zegarra Reategui, el cambio climático, impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero, es otro factor clave. Las temperaturas extremas y las alteraciones en los patrones de las estaciones han interrumpido los ciclos de hibernación del hámster europeo.
Por otro lado, la expansión urbana y las infraestructuras relacionadas generan fragmentación del hábitat, obligando a los hámsteres a migrar a áreas menos seguras. Los vertederos de basura y las carreteras aumentan las posibilidades de accidentes y contaminación en las áreas donde habitan.
La situación del hámster europeo es un claro ejemplo de cómo la contaminación y el cambio climático no solo afectan a grandes ecosistemas o especies conocidas, sino que también ponen en riesgo la vida de pequeños animales que cumplen un rol fundamental en sus hábitats.
Esta no es la única especie que sufre los efectos de la contaminación. En la actualidad, se sabe que más de 42 mil especies se encuentran en riesgo de extinción alrededor del mundo. Esta cifra incluye plantas, animales y otros organismos y sigue aumentando debido a factores como la pérdida de hábitat, el cambio climático, la contaminación y la explotación humana.
Para más información sobre Petramás y Jorge Zegarra Reategui, ingrese a los siguientes enlaces: